jueves, 11 de noviembre de 2021

Recapitulemos el trabajo fotográfico de 2020, el año en que, terminado el confinamiento, pudimos, por fin, volver a patear el campo, utilizar algunos hides bien mantenidos, y seguir con nuestra gran afición: Capturar, en imágines, la belleza de la Naturaleza.








Currucas, tarabillas y zarcero siempre son bien tratadas por las cámaras.












 


sábado, 25 de abril de 2020

Y LLEGÓ UN VIRUS DE CHINA AL QUE LLAMARON COVID-19 - II


Os sigo mostrando el trabajo de estos últimos días. Hacía tiempo que no me sentía tan creativo, con tantas ganas de pintar, pintar y pintar. Éso, naturalmente me ha ayudado a soportar mejor el confinamiento.

Una serie de rapaces, que son mi gran amor artístico, me han tenido ocupado haciendo esquemas previos de composición, bosquejos de encuadre, etc. hasta que poco a poco he ido acercándome a lo que deseaba. 


Un macho de cernícalo primilla descansando en una estructura de vigas viejas. No sé si disfruté más pintando esa madera vieja o las plumas del cernícalo.


Hace cuatro cinco años tuve la oportunidad de observar durante una temporada a un ejemplar en el Parque de Polvoranca, cerca de mi casa. Muchas tarde de mayo pasé allí horas y horas con los prismáticos, el telescopio y la cámara. Las observaciones sirven, aunque parezca mentira, para conocer la personalidad del pájaro. Cuando terminé de pintar sus ojos me dije: Éste es mi autillo.


Esmerejón (Falco columbarius)

Comencé esta pintura como si de una hembra se tratase. Mi amigo Súarez me había pasado una foto que había tomado hace años en Villafáfila y me encantó el tono dorado, de atardecer, que la envolvía. Pero mi amigo Ricardo Peralta que vio la obra recién comenzada, me dijo que por qué no pintaba un macho, que era más bonito. Bueno, sopesé la idea y pasé de los tonos pardos y cálidos del plumaje de la hembra, que ya tenía más o menos perfilados, a los azulados del dorso del macho. Y no me arrepiento. Tiempo habrá para pintar a su compañera, si Dios quiere.

Y entre pluma y pluma también he tenido tiempo de cumplir una promesa que le había hecho a mi amiga y compañera de campo, en muchas ocasiones, Ana Minguez: Pintar un retrato de su perro Bruce. Mi mayor satisfacción es que al ver la foto de la pintura, se ha mostrado encantada y me ha dicho: "¡Pero si es mi Bruce!" No podré entregárselo hasta que pase el confinamiento y podamos vernos de nuevo, qué le vamos a hacer.


Alcaudón real (Lanius excubitor)






Joven de azor (Accipiter gentilis)



Nunca había pintado un azor joven o inmaduro, pero alguna vez tenía que ser la primera. Me encantó el diseño del abanico de plumas de la cola, con sus marcadas bandas, y cómo las plumas del dorso van colocándose "a modo de tejas" para cubrir su cuerpo.





Águila imperial ibérica (Aquila adalberti)


Qué decir de la joya alada de Iberia. Siempre me ha encantado pintar la especie, jugar con esa intenso y oscuro plumaje achocolatado de su cuerpo que contrasta brutalmente con las blancas plumas escapulares y de los borde de las alas en los ejemplares adultos. Una visión más con la que he disfrutado mucho y sobre la que me he tratado de documentar especialmente para esta ocasión. Gracias por tu ayuda Eduardo Gomez Marchesi.



 Mochuelo (Athene noctua)


Siempre he sentido debilidad por las texturas de las vigas viejas, de las tejas, de los elementos, en fin, que conforman el medio rural en el que nos movemos y en el que habitan muchos de los animales que nos rodean, sobre todo aves. Por esa razón elegí este escenario para retratar a mi mochuelo. Podía haberlo hecho en el tronco de un olivo, otro lugar preferido por la especie, pero deseaba pintar, de forma libre y a grandes trazos esas maderas y esas tejas. Aquí está el resultado. Espero haber ofrecido algo de verosimilitud a la escena.





Halcón peregrino (Falco peregrinus)



Suficientemente conocida es mi admiración por la aves de presa y, especialmente, por los halcones. Hace ya muchos años conseguí la amistad de algunos cetreros con los que salí al campo, para ver cómo se desenvolvían sus pájaros en la caza, y tomé infinidad de fotos y apuntes de ellos. El resultado es que puede que sea el ave de presa que mejor conozco y trato, siempre, de que éso se note en mis pinturas.


Gavilán (Accipiter nissus)

Si el Maestro Félix llamaba al azor "el pirata del bosque" o "pirata de la espesura", en justo paralelismo podríamos llamar al gavilán "el pirata del matorral" o "el pirata de los bebederos de aves". Visto y no visto, pero he tenido bastante ocasiones para contemplar sus hermosos ojos que taladran cuando, generalmente, han llegado al bebedero donde estaba haciendo fotos a los paseriformes, para capturar algunos, han fallado, y se han quedado unos segundos posados, lamentando su fracaso. Alabar su belleza creo que no es necesario, se demuestra por sí mismo.

lunes, 20 de abril de 2020

Y LLEGÓ UN VIRUS DE CHINA AL QUE LLAMARON COVID-19 - II

Os sigo mostrando el trabajo de estos últimos días. Hacía tiempo que no me sentía tan creativo, con tantas ganas de pintar, pintar y pintar. Éso, naturalmente me ha ayudado a soportar mejor el confinamiento.

Una serie de rapaces, que son mi gran amor artístico, me han tenido ocupado haciendo esquemas previos de composición, bosquejos de encuadre, etc. hasta que poco a poco he ido acercándome a lo que deseaba.


Un macho de cernícalo primilla descansando en una estructura de vigas viejas. No sé si disfruté más pintando esa madera vieja o las plumas del cernícalo.


Autillo (Otus scops)
Hace cuatro cinco años tuve la oportunidad de observar durante una temporada a un ejemplar en el Parque de Polvoranca, cerca de mi casa. Muchas tarde de mayo pasé allí horas y horas con los prismáticos, el telescopio y la cámara. Las observaciones sirven, aunque parezca mentira, para conocer la personalidad del pájaro. Cuando terminé de pintar sus ojos me dije: Éste es mi autillo.



Esmerejón (Falco columbarius)

Comencé esta pintura como si de una hembra se tratase. Mi amigo Súarez me había pasado una foto que había tomado hace años en Villafáfila y me encantó el tono dorado, de atardecer, que la envolvía. Pero mi amigo Ricardo Peralta que vio la obra recién comenzada, me dijo que por qué no pintaba un macho, que era más bonito. Bueno, sopesé la idea y pasé de los tonos pardos y cálidos del plumaje de la hembra, que ya tenía más o menos perfilados, a los azulados del dorso del macho. Y no me arrepiento. Tiempo habrá para pintar a su compañera, si Dios quiere.



Y entre pluma y pluma también he tenido tiempo de cumplir una promesa que le había hecho a mi amiga y compañera de campo, en muchas ocasiones, Ana Minguez: Pintar un retrato de su perro Bruce. Mi mayor satisfacción es que al ver la foto de la pintura, se ha mostrado encantada y me ha dicho: "¡Pero si es mi Bruce!" No podré entregárselo hasta que pase el confinamiento y podamos vernos de nuevo, qué le vamos a hacer.



Alcaudón real (Lanius excubitor)



El picogordo o cabezón (Coccothraustes coccotraustes)



Ganga común (Pterocles alchata)



Joven de azor (Accipiter gentilis)

Nunca había pintado un azor joven o inmaduro, pero alguna vez tenía que ser la primera. Me encantó el diseño del abanico de plumas de la cola, con sus marcadas bandas, y cómo las plumas del dorso van colocándose "a modo de tejas" para cubrir su cuerpo.



Águila imperial ibérica (Aquila adalberti)

Qué decir de la joya alada de Iberia. Siempre me ha encantado pintar la especie, jugar con esa intenso y oscuro plumaje achocolatado de su cuerpo que contrasta brutalmente con las blancas plumas escapulares y de los borde de las alas en los ejemplares adultos. Una visión más con la que he disfrutado mucho y sobre la que me he tratado de documentar especialmente para esta ocasión. Gracias por tu ayuda Eduardo Gomez Marchesi.


Mochuelo (Athene noctua)

Siempre he sentido debilidad por las texturas de las vigas viejas, de las tejas, de los elementos, en fin, que conforman el medio rural en el que nos movemos y en el que habitan muchos de los animales que nos rodean, sobre todo aves. Por esa razón elegí este escenario para retratar a mi mochuelo. Podía haberlo hecho en el tronco de un olivo, otro lugar preferido por la especie, pero deseaba pintar, de forma libre y a grandes trazos esas maderas y esas tejas. Aquí está el resultado. Espero haber ofrecido algo de verosimilitud a la escena.


Halcón peregrino (Falco peregrinus)

Suficientemente conocida es mi admiración por la aves de presa y, especialmente, por los halcones. Hace ya muchos años conseguí la amistad de algunos cetreros con los que salí al campo, para ver cómo se desenvolvían sus pájaros en la caza, y tomé infinidad de fotos y apuntes de ellos. El resultado es que puede que sea el ave de presa que mejor conozco y trato, siempre, de que éso se note en mis pinturas.



Gavilán (Accipiter nissus)

Si el Maestro Félix llamaba al azor "el pirata del bosque" o "pirata de la espesura", en justo paralelismo podríamos llamar al gavilán "el pirata del matorral" o "el pirata de los bebederos de aves". Visto y no visto, pero he tenido bastante ocasiones para contemplar sus hermosos ojos que taladran cuando, generalmente, han llegado al bebedero donde estaba haciendo fotos a los paseriformes, para capturar algunos, han fallado, y se han quedado unos segundos posados, lamentando su fracaso. Alabar su belleza creo que no es necesario, se demuestra por sí mismo.

martes, 19 de mayo de 2020

COLECCIONES PRIVADAS

Tengo clientes de todo tipo. Unos son ocasionales; compran un cuadro o un dibujo que les gusta y no vuelven a tener contacto conmigo. Otros, sin embargo, son seguidores de mi obra (y supongo que, también, de la de otros pintores); les gusta hacer un fondo de colección con cuadros, bien sea siguiendo un hilo (por ejemplo, aves, rapaces, especies de caza, etc.) bien sea de una manera más o menos anárquica, como dando lugar a un cajón de sastre donde cabe de todo.

Este es un aspecto que se me había pasado hasta ahora pero que quiero ir recuperando. Iré mostrando las colecciones de mis clientes, de las que vaya teniendo archivo gráfico y respetando siempre su privacidad.

Si siempre es un placer llegar a una casa y ver colgado un cuadro antiguo tuyo, no te digo nada de aquellos casos en los que te encuentras un ambiente, una pared, por ejemplo, lleno de esos "hijos artíticos" tuyos.

Procuraré ir recuperando esa memoria para incorporarla a este blog. De momento, no tengo más que las que os muestro ahora:




Colección de ocho cabezas de anátidas:
Porrón moñudo, porrón pardo, pato colorado y ánade rabudo.
Cerceta carretona, cerceta común, ánade silbón y azulón.





Colección formada por nueve cuadros con motivos de marisma y aves en vuelo:
Espátulas, ánsalres, zarapitos, flamencos, grullas, moritos, patos colorados, grulla atardecer y perdiz.

Una colección muy variada




jueves, 30 de abril de 2020

ALGUNOS QUE NO ESTÁN Y DEBERÍAN

Este tiempo de confinamiento está dando para mucho. En pintura, para pintar cosas nuevas; en fotografía, para revisar carpetas con cientos de ellas, eliminar muchas que no debían haberse guardado nunca por falta de calidad, y encontrar cosas de las que ni te acordabas que tenías.

Por lo que respecta al este último caso, me he encontrado fotos de cuadros que, revisando este blog veo que no incorporé en su día y que, sin embargo, tienen todos los requisitos para que aparezcan en él. Y seguro que aún quedan más por aflorar. Como mi idea es que se recoja en este blog la mayor parte de mi trabajo a lo largo de toda una vida de "darle al lápiz y al pincel", iré recogiéndolos oportunamente a medida que vayan apareciendo.


Palomar de la Vega de Pas (Acuarela)

Acuarela a partir de fotos y apuntes que tomé de esta entrañable construcción, adosada a una casa a pie de la carretera que lleva a dicho pueblo, desde el cruce de Entrambasmestas, y que ya hace bastantes años que desapareció. Siempre que voy a Vega de Pas miro con nostalgia la casa donde se ubicaba, hoy modernizada y sin rastro de estas viejas piedras y maderas.


Jornada provechosa (Acuarela)

Ése el es título que puse a esta acuarela de gran formato donde aparece una escopeta de origen francés de un gran amigo con el compartí una jornada campera, el zurrón, la canana y alguna perdiz cobrada todo a partir de una composición que realicé, para recordarla en una fotografía. El pointer fue añadido más tarde de unos apuntes a sanguina que tenía de varias posturas de perros de esta raza.


 Halcón peregrino
Posado en su cortado. Acrílico y óleo.

Unos de los cuadros que pinté con ésta técnica. Parece que la foto debió ser tomada en una fase donde aún no había empezado a hacer veladuras sobre esas piedras tan claras. La pintura final, con dichas veladuras, ofrecen la vista de unas piedras con tonos ferruginosos que me encantan. A ver si consigo una buena foto del cuadro totalmente terminado y la muestro, para comparación.



Cópula de azores (Acuarela) 

Un encargado que me hizo un cliente cetrero que criaba azores. Tuve que estrujarme el seso e imaginarme cómo sería la escena, ya que, por aquel entonces no era tan fácil encontrar documentación como hoy en día, que se pueden ver multitud de vídeos que ilustran la posición del macho sobre la hembra.


Nido de azor (Acuarela)

Una de las obras a la que dediqué más tiempo. El entrecruzado de los palos del nido fue todo un ejercicio de constancia y de paciencia, pero el resultado mereció la pena. El dato de la presa aportado por la hembra para alimentar a sus tres pollos, es real; aunque parezca una presa poco común, se trata de un pinto real.


Azor